En la hermosa aldea de Grases, concejo de Villaviciosa, se ubica la preciosa granja de Los Caserinos. Cuatro generaciones familiares, que demuestran firmemente, como se puede evolucionar y adaptarse a los tiempos, sin perder el componente cultural y de cariño, por lo tradicional.
Desde 1910, cuando el primer “Caserin” comienza la explotación ganadera, hasta la actualidad, pasando por todo tipo de reformas y transformaciones, para conseguir siempre estar a la última. Desde la compra de una máquina para ordeñar por 48.500 pesetas en 1975, adaptar las naves para convertirlas en fábricas, cambiar el tipo de explotación comprando cabras para elaborar quesos, comercializar yogures, adaptar la granja como una escuela de cultura y aprendizaje a los más pequeños, mecanizar y optimizar los procesos para su venta, innovar nuevas tendencias de queso azul y llegar hasta los restaurantes tres estrellas, como El Celler Can Roca. Son algunos de los datos más destacados.
La pasión por la que toda la “familia Los Caserinos” trabaja, se siente desde el momento que se entra en la granja. Un trato cercano y familiar, como uno más “de casa”, que se disfruta, a la vez que te enseñan sus instalaciones, aperos de labranza y productos. Cabe destacar, la cercanía con la que enseñan a los peques y no tan peques, todos los animales de la granja. Sirviendo de lección natural, sobre algo que probablemente nunca hayan conocido o tocado.
Sus productos, totalmente ecológicos y elaborados de forma artesanal, son un referente “marca Asturias” que no debemos perdernos. El arroz con leche, que parece recién requemado por la bisabuela, es sin lugar a duda el producto bandera de la familia. Los yogures BIO, diferentes variedades de quesos, algún proyecto de tarta de queso y crema de queso, son de los muchos y muy buenos resultados que surgen del amor por lo tradicional. Su última novedad, el queso azul, una perdición para los queseros. Como ejemplo de trabajo, sus aproximadamente 3 Kg de queso completo, necesitan 30 L de leche para realizarlo.
Un lugar totalmente recomendable para conocer, lo mismo de parada a media ruta o de visita con la familia. Su cercanía a Villaviciosa, Cordal de Peón, alto del Pedroso, Alto de la Campa o Valdediós, lo hacen totalmente accesible en cualquier bicicleta.