Una ruta pensada para disfrutar del paisaje y la bicicleta, desconectar del estrés y ajetreo diario, pedaleando por carreteras poco transitadas, enlazando parroquias entre Parres y Piloña.
Partiendo de Arriondas, por la carretera AS-260 del emblemático puerto del Fito, de buen asfalto y dos carriles, su pendiente asequible, ya nos hace ir calentando las piernas poco a poco, rodeados de naturaleza. Un cruce a izquierdas, nos cambia a una carretera más estrecha, para llevarnos a Cofiño, Villar de la Cuesta y Pandiello. Alternando zonas boscosas, las siluetas de la Sierra del Sueve a nuestra derecha y el valle a nuestra izquierda, con los verdes prados de ganadería rodeándonos.
Los hórreos y paneras, santo y seña de la etnografía asturiana, sobre todo en el campo, hacen presencia continua por la ruta. Al igual, que la gran diversidad de caseríos y Casonas de Indianos, como la de Los Abarca en Fíos. La mezcla tradicional del campo, las nuevas casas de turismo rural y segundas viviendas de verano, conviven de manera calmada y sosegada, transmitiendo una desconexión permanente. Diferentes tipos de carreteras, poco tránsito de vehículos e infinidad de paisajes distintos a nuestro alrededor, son nuestra compañía. El firme, irregular en muchos tramos, es el precio a tanta tranquilidad.
Pasados Nevares, Cereceza y Carrazal, dejamos la PI-11 y compartimos Camino de Covadonga, dirección Sorribas en descenso, hasta el río de Cúa y posterior río Piloña. En Soto de Dueñas, tenemos que circular 1,5km por la nacional, con precaución por ser bastante concurrida. Hasta Los Llanos, donde giramos y apenas pisamos la AS-339 que sería Collada Moandi por Sevares, porque nos volvemos a desviar a la izquierda, sobre el puente del río Tendi y su molino, por la PI-13 en lo que sería el puerto de Fresnidiello por Sevares.
Con cierta dureza, de asfalto muy irregular por zonas y con tráfico casi inexistente pasado Caldevilla. Una primera parte durilla, desde Villar de Huergo abierta al valle del Tendi, una zona media boscosa muy bonita y por último, unas vistas de Parres, Piloña y del Sueve a nuestras espaldas espléndidas, al frente parte del Parque Natural de Ponga. Coronando en Fresnidiello, cambiando de concejo y al valle de río Beleño por la PR-3, a nuestra derecha los Montes de Cea y Cetín. Un descenso rápido y cómodo, por Carúa y Priaes, que nos permitirá disfrutar del paisaje, hasta Llames de Parres, donde de nuevo compartimos Camino a Covadonga y Camín de la Reina GR-105.
Cruzamos el puente de Viabaño, para hacer un kilómetro por la nacional, hasta el puente de Ozanes, donde una pequeña subida nos llevará al Romillín y descender los últimos kilómetros de la ruta hasta Arriondas. Una ruta, totalmente recomendable y asequible en números, que salvo algunos metros de Fresnidiello es totalmente asequible al cicloturismo, incluso en gravel.